martes, 17 de enero de 2012

El Alferazgo de Trujillo

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El Alferazgo de Trujillo


Por: Luis Guillermo Talleri Barúa



El término alférez correspondía en la antigüedad al concepto de “abanderado ecuestre” sin indicar - como lo fue posteriormente - determinado grado militar.

Al enarbolar un pendón, tanto civil como militar, su portador era llamado Alférez Mayor (simplificación de Alférez Mayor del pendón de la divisa) y si alzaba uno propio de monarca Alférez del pendón real. Alférez del Rey ó Alférez Real.

Todas las ciudades del Virreinato que se preciaban de importantes elegían abanderados para pasear sus estandartes y le llamaron comúnmente Alférez Reales y con mas propiedad y menos frecuencia Alférez mayores. Esto, si se tiene en cuenta que no portaban pendones con la armas del Rey, sino con aquellas de la ciudad misma.

Cualquiera que fuese la bandera entregada a su custodia, el alférez la lucia siempre cabalgando, quedando explicada en esta forma la etimología de esta voz. (1). Su cabalgadura debía ser de capa blanca y era elegida preferentemente entre los potros mejor conformados y por su falta entre los mas briosos capones. Aderezo obligatorio que la monta debía lucir sobre el anca era, una gualdrapa de terciopelo carmesí recamado de oro.

Los mulares - reservados para el clero y las demás de importancia - quedaban vedados para el uso del Alférez real, al igual que a cualquier hombre de armas.

En un principio la función del Alférez quedaba reducida a lucir el pendón de la ciudad en las acciones guerreras, aquellos días en que se celebraba la proclamación o juramento de un nuevo Monarca Español y determinadas fechas festivas, siempre locales.

En la Ciudad de los Reyes - además del día Jueves Santo - se sacaba el pendón cada 6 de Enero conmemorando su fundación. Trujillo del Perú, una de las más hispanas provincias de nuestro Virreinato, tuvo siempre predilección por el Aposto que escogió la tradición española para entronizarle en su gesta guerrera. Así, al fundarse en 1563 la villa de Saña le fue dado por nombre el de “Santiago de Miraflores”, una comprensión trujillana fue nominada “Santiago de Cao” y parte de un corregimiento - luego desmembrado de su jurisdicción - fue siempre conocido como “Santiago de Chuco”. No es pues de extrañar que la ciudad eligiera para festejarse y sacar su estandarte el día 25 de Julio de cada año, en el que la iglesia celebra al Apóstol santiago el Mayor. (2). ___________

1. Alférez proviene del árabe “alferic” (jinete)

2. Lima sacó también su pendón el Domingo 25 de Julio de 1557, no obstante haberlo paseado el 6 de Enero del mismo año, como era de rigor.

Primer Periodo
Alferazgo Rodante

Hasta el año 1669 en que el Alferazgo se hace decididamente hereditario en Trujillo y queda vinculado en la sucesión del Alférez Juan Bautista de Nava, su estudio y la detallada lista de los oficiales que sacaron el pendón de la ciudad quedan asimilados a la fatigosa relación de los cabildantes trujillanos.

Puede llamarse este primer periodo “Alferazgo Rodante” ya que el cabildo decidía por rigurosa elección anual al regidor que debía portar el estandarte, en forma de hacer merced del oficio rotativamente a todos sus integrantes. Muchas ausencias y renunciaciones de los Alfereces de turno hacia inevitable que se volviera a señalar - a veces en víspera de la fiesta - al sustituto.

Se ha querido entrever en esta etapa un principio hereditable del oficio al considerar al Alférez Rodrigo Paz (1546) y a su bisnieto político Pedro de Herrera recibido como tal en 1634, o vinculable por haber sacado el pendón en 1554 el Capitán Juan de Sandoval y por vez primera en 1568 su cuñado Diego de Mora y Velarde, pero es lo cierto que uno y otro omitieron probar dichos parentescos al asumir el cargo y que en ningún modo se consideró otra condición que la garantía y capacidad personales de ellos para llevar con lustre el pendón.

En todo caso, el estudio de este Alferazgo rodante, por lo menos de 1546 a 1592, queda eximido de mayor minuciosidad por la sucinta y precaria posesión del oficio y la poca importancia que por entonces tenía. Sólo una conquista de fuste logran los Alfereces y es la autorización excepcional que les permitía acudir armados de espada y daga a las sesiones del Ayuntamiento durante el año que les tocaba el turno. (3).

Mediante el gobierno del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, IV Marqués de Cañete, se obedeció en el Perú una Real Cédula dada en 1592 por Felipe II con ánimo de aumentar los ingresos de la Corona. Por ella se hacia vendible el Alferazgo Real entre los cabildantes de cada ciudad, con el beneficio para quien sirviese el cargo en delante de gozar emolumentos dobles a los de cualquier otro regidor y la facultad de remplazar a cualquiera de los alcaldes ordinarios o a los dos en sus ausencias e impedimentos.

El Cabildo limeño se apresuró en oblar la suma de 8,000 ducados a las Cajas Reales para retener la merced de la designación anual, lo cual solamente logró hasta 1650, año en que se obligó por la Corona a sacar la vara de Alférez en remate. El de Trujillo vendió el oficio al capitán Diego de Mora y Velarde, quien ya bahía sacado en varias oportunidades el pendón de la ciudad a partir de 1568, año éste en que por su ausencia fue sustituido por el regidor Pedro de Barbarán y Lescano.

Mora y Velarde ha sido burdamente confundido tanto con su padre como con su hijo, pues los tres llevaron el mismo nombre. (4). Sacó el estandarte de la ciudad el resto del siglo XVI y en 1599 juró al rey Felipe III que había ascendido al trono español el año anterior. En sus ausencias fue remplazado por el Capitán Fructuoso de Ulloa y por el regidor Juan de Escobar. A su muerte se alteraron los ánimos en el Ayuntamiento trujillano con motivo de la ausencia en el Alferazgo y la minoría de su hijo Diego, por entonces de 18 años.

En virtud de una provisión del Virrey Marqués de Salinas el Cabildo había recibido el 19 de Enero de 1601 como Alférez Real a Juan de Escobar, en su calidad de regidor más antiguo y con carácter de interino. Era este pariente de los Mora y hubo la confianza de su antecesor, al que asistió en 1598 por su Teniente, pero le patrocinaba el Corregidor Felipe de Lescano y Gauna, malquistó con una fracción del Ayuntamiento. La sesión del 25 de Enero siguiente es un largo debate entre el citado Corregidor y algunos cabildantes que no quieren acatar el nuevo nombramiento y estas divergencias habrían de subsistir entre ambos bandos por muy diversos motivos hasta el año 1605.

En realidad Escobar no llegó a ser más que un Alférez nominal, delegando sus funciones sucesivamente en sus Tenientes Juan de Grados Calderón, el Alférez de Infantería García de Melgar, Pedro de Gadea y el Licenciado Francisco Merino Ferrer.

El 25 de Julio de 1602 paseó el estandarte el propio Corregidor Lescano, quien resultó excomulgado al año siguiente y su nombre “en tablilla”. (5).

Finalizando 1602 y ya de mayor edad, Diego de Mora Manrique fue juramentado como Alférez Real, designado en 5 de Septiembre de 1604 por su Teniente el discutido Juan de escobar. Hasta 1611 en que hizo cesación del oficio sustituyó a los Alcaldes Ordinarios de Trujillo en los años de 1604, 1605, 1607 5 1609. En 22 de julio de 1612 es recibido por el Cabildo y con carácter de interino el Alférez Real, Gaspar de Giles.

De 1613 a 1625 se menciona diversos Alfereces, muchas veces con evidentes contradicciones. Es laguna difícilmente superable por la falta de fuentes originales, siendo únicamente posible constatar con certeza que subsistía la designación rotativa de turnos anuales. _________

3. Eran tan susceptibles y dados a irse a las manos los antiguos cabildante que se hizo necesario obligarles a despojarse de sus armas antes de iniciar las sesiones. En 27 de Agosto de 1535 el cabildo de Lima acordó: “que nynguna persona de cabildo no entre en el con armas ny cargar el espada ny puñal so pena de diez pesos de oro para obras publicas desta ciudad de los Reyes…”.

Pasados diecinueve años esta ordenanza fue trasgredida por el Capitán Nicolás de rivera “el Mozo”, creándose un incidente con parte de los cabildantes en la sesión del Viernes, 3 de Julio de 1554.

En 20 de Noviembre de 1573 se concedió la prerrogativa de acudir armado al Alférez de turno durante su año, lo que fue ratificado por una provisión del Virrey Toledo conocida en el Cabildo de Lima el 19 de Enero de 1576.

Como es de suponer, tanto la prohibición como la autorización ulterior se hicieron extensivas a la ciudad de Trujillo.

4. Este Alférez Real fue hijo del Capitán Diego de Mora y Escobar, Corregidor de Trujillo en 1559 quien falleció el 4 de Agosto de 1554 mientras servia al Corregimiento de Lima y de Ana Valverde Pizarro, de los que heredó la valiosa encomienda de Chicama. De su matrimonio con María Manrique nació en Trujillo Diego de Mora Manrique, que fue bautizado en la Parroquia del Sagrario en 14 de Agosto de 1581.

5. Pequeña tabla que se instalaba en la puerta de las Iglesias, donde se colocaba una relación de las personas que habían sido excomulgadas.


Diego Fernández de Guzmán posteriormente Depositario General, recibió el pendón en 24 de Julio de 1625, siendo ratificado como Alférez Real en 1627 y 1630. A fines de 1628 fue señalado por el Cabildo para recibir al Virrey Conde de Chinchón. Durante los últimos años que sirvió el oficial fue reemplazado por el Sargento Mayor Iñigo de Espinoza (1633) y el regidor Andrés de Careaga (1634) en calidad de Tenientes.

En 23 de Diciembre de 1634 fue recibido el Capitán Pedro de Herrera Salazar, nacido en Colindres (Montañas de Santander) del matrimonio que ahí contrajo Juan de Herrera con Magdalena López Salazar, pasó a Trujillo del Perú, donde fue uno de sus mas importantes y acaudalados vecinos. Dos veces Alcalde Ordinario (1616 y 1642) y desde 1619 hasta 1634 Procurador del Cabildo, pasó en 1633 a servir el Corregimiento de Trujillo.

No obstante su gran figuración, en 1636 fue excomulgado y el Cabildo dudaba en su sesión del 20 de Julio si debía nombrar un nuevo Alférez para sacar el pendón el día 25 - conforme opinaba el Corregidor Juan de Hinojosa y Chaves - o solicitar del Sr. Dean que la celebración de la fiesta fuese pospuesta. (6).

En 1643, cargado de años y fatigas, renunció el Alferazgo y regimiento perpetuo en su hijo Juan Herrera de Salazar y en su sobrino Bartolomé Fernández Galindo. Su carta de cesión, fechada en Trujillo el 16 de Diciembre de ese año, reza en la parte pertinente:

“………quen conformidad de la nueva cedula de su magd. Que trata de las renunciaciones Renunciava y rrene. el dho. su offco. de Alférez Rl. y rregor. Según que el lo tiene en don Juo de herrera salacar su hijo y en el licenciado varme. Fernández Galindo avogado y en cualquiera de los dos el que primero se presentare con esta rrenunciacion por ser personas en quien concurren Las calidades que se requieren Para le ussar y excercer Cumpliendo Con lo Contenido en la dha. Rreal cedula y en el entretanto que su magd. Es servido de passarlo a caveca del susodho. o en cualquiera dellos Lo retiene en ssi pa. Ussar del como asta aquí lo a fho.”

Recién el 25 de Junio de 1647 presento al Cabildo el Capitán Juan de Herrera Salazar el título despachado a su favor por el Virrey Marqués de Mancera. A causa de las reales disposiciones del año 1650 que ordenaba la venta del Alferazgo en remate, el Virrey Conde de Salvatierra le ratificó en el oficio en 1653, confirmación que fue obedecida por el Cabildo el 29 de Noviembre del mismo año.

El Capitán Herrera era hijo legítimo del Capitán Pedro de Herrera Salazar y de Elena Delgadillo y Ayala, casados en Trujillo el 26 de Marzo de 1613. Elegido por Alcalde Ordinario de Primera nominación en 1645, ascendió al grado de Maestre de Campo en 1662 y por ausencia del Corregidor Luís Sánchez García de Ocampo al valle de Virú le reemplazó este último año en la gobernación. Durante su Alferazgo sustituyó a los Alcaldes Bartolomé de Miranda (1655), Juan Olivitos de Guzmán (1659) y Rafael Olovitos de Guzmán (1662), declinando esta última vara por su precario estado de salud. Fue propietario de la valiosa Hacienda llamada “Exaltación de la Cruz”, antigua propiedad de Francisco de Barbarán, en cuyo tiempo era conocida con el nombre de “Colonique” y que mas tarde integraría el fundo “Chiclín”. Posteriormente pasó a ser propiedad del Comisario de la Caballería Juan herrera y Velarde, al que no unía ningún nexo familiar. (7). _________

6. Es de llamar la atención el uso inmoderado que se hizo en Trujillo de la excomunión durante la primera mitad del siglo XVII, de la que no se libro ni el Episcopado. En efecto, el Dr. Carlos Marcelo Corne, primer Obispo peruano por nacimiento que tuvo la ciudad y el quinto desde que se erigiera la Diócesis, visitó el convento de Santa Clara en Abril de 1627 y manos canonistas e inquisidoras decretaron su excomunión por violar la clausura de las monjas clarisas.

7. El Alférez Real Juan de Herrera Salazar y el Bachiller Juan de Herrera fueron personas distintas a pesar de lo frecuentemente que se le ha confundido. Herrera Salazar casó primero con Catalina de Padilla y en segundas nupcias, el 15 de Agosto de 1654, con María de Escobar, falleciendo en 1696; mientras que el Bachiller contrajo enlace el 21 de Marzo de 1638 con Catalina de Valverde y ya era difunto en 1692. de los últimos fue hijo el Comisario Juan de Herrera Valverde.




Segundo Periodo Alferazgo Vinculado

Por la renuncia del Alferazgo que hizo en 12 de Junio de 1668 el Maestre de Campo Juan de Herrera Salazar, sacóse el oficio a remate, logrando la buena pro el Capitán asturiano Juan Bautista de Nava para él y sus descendientes y sucesores. Era nacido en Bobia de Arriba (Onis) e hijo legitimo de Juan de Nava y de María González del Valle. En el desempeño de diversos cargos militares pasó a la Argentina en 1633, luego a Cailloma, donde sirvió las plazas de Alguacil Mayor y Contador Real, y con este último oficio avecindó en Trujillo poco antes del año 1654. Ahí ingresó al Cabildo como regidor perpetuo y celebró enlace con Jerónima de Laguna y Chaves, h. l. del Maestre de Campo Juan Páez de Laguna y de Luisa de Chaves y Palacios, y heredera en condominio de la Hacienda y obraje de “San Antonio de Uningambal” que adquirieran por compra sus abuelos maternos el Capitán Alonso de Chaves y Teresa de Palacios y Oviedo.

Acuciado por el deseo de rescatar para su esposa la integridad del bien se ausentó frecuentemente a la sierra trujillana, hasta hacer realidad su empeño. Ya radicado en la ciudad, resulto electo Alcalde Ordinario en 1 de Enero de 1668, vara que renunció en 12 de Junio del mismo año para postular el regimiento que se subastaba, ya que ambos cargos eran incompatibles en la misma persona.

Por su fallecimiento (1685) heredó el Alferazgo su único hijo varón, Francisco de Nava y Laguna, que nació y falleció soltero en Trujillo en 1666 y 1692 respectivamente. Herido por una dolencia física que quebranto seriamente su salud, hubo de renunciar al siguiente año.

De los esposos Nava y Laguna, sobrevivieron a su padre, además de Francisco, cinco hijas:

Luisa Margarita, casada en 2 de Abril de 1674 con Juan Florez de Olarte y Lara.

Jerónima, que casó en 28 de Diciembre de 1677 con el Ldº Juan de Moncada y Galindo.

Clara, esposa en 11 de Abril de 1685 del Capitán José de Simón y Velasco.

Gertrudis, que caso en 11 de Agosto de 1691 con el Capitán Jacinto de la Carrera Valle y Alvarado, y

María Josefa, que fue monja clarisa en Trujillo.

A falta de sucesión masculina correspondía el Alferazgo a Florez de Olarte - por entonces Alguacil Mayor de la Inquisición - en su calidad de cónyuge de la hija primogénita, pero por cesión que al parecer hizo, Luisa Margarita en su hermana Clara, fue el Capitán José de Simón y Velasco quien asumió el Alferazgo a continuación de su cuñado.

El nuevo Alférez era sevillano de origen y había hecho vecindad antes de pasar al Perú en Santa Fe de Bogotá, donde enviudo de María Díaz, su primera esposa. Hubo en propiedad entre otros cargos, el de Tesorero Oficial Real de Trujillo. Con él termina la historia del Alferazgo trujillano del siglo XVII, pues falleció en posesión de este oficio el 2 de Julio de 1700. De su segundo enlace sólo le sobrevivieron ocho hijas de menor edad, habiendo premuerto sus hijos varones, dos de ellos en 1696 y su tercero en 1998.

En 19 de Mayo de 1701 recibe el Cabildo como Alférez el Licenciado Juan de Moncada Galindo, igualmente yerno del Capitán Nava, y en su descendencia permaneció el regimiento que estudiamos hasta 1784.

Había nacido en Trujillo el 30 de Mayo de 1651, sus padres, Francisco de Moncada y Ana María Galindo contrajeron matrimonio en 26 de Octubre de 1639. Contaba solamente 22 años de edad cuando fue nombrado Abogado de la real Audiencia de Lima (1673). Tres años después le recibe el Cabildo Trujillano como Abogado Asesor /14 de Julio de 1676) y en 1679 le elige por Alcalde Ordinario de primera nominación.

Hasta 1691 usó por apellidos los de Moncada y Saráuz - al igual que su padre y abuelo paterno - pero a partir del 22 de Septiembre de dicho año, por renuncia de su madre del mayorazgo Moncada- Galindo en su favor ante el escribano Vicente salinas, usó los apellidos de Moncada Galindo. Este cuantioso Mayorazgo, del que fue IV poseedor, comprendía entre otras tierras las Haciendas nombradas “Galindo”, “Sintuco”, “Sonolipe” y “Onoyape” a más de varias casas y derechos civiles y eclesiásticos. En 1698 fue Protector General de los Naturales.

Durante su Alferazgo juró al rey Felipe (1701), recibió en Guadalupe a los Virreyes Marqués de Castell-dos-Rius (1707) y Fray Diego Ladrón de Guevara (1710), tomó juramento al Corregidor Pedro Ignacio de Alzamora (28 de Septiembre de 1707) y residió al ex Corregidor Juan de Molleda y Rubín, a partir del 11 de Enero de 1708. El Ayuntamiento de Trujillo le reeligió como Alcalde Ordinario de primer voto en 1710 a pesar de poseer el Alferazgo y le nombró Alcalde de aguas varias veces entre 1704 y 1711.

Apesadumbrado por la pérdida de su esposa que falleció en 2 de Mayo de 1713, dejó el mundo después de renunciar al Alferazgo en su primogénito y tomó hábitos religiosos. Desde 1716 hasta su fallecimiento –que le sobrevino el 2 de Diciembre de 1722 cuando contaba 71 años- fue Rector de la Catedral de Trujillo y Examinador Sinodal de ese Obispado. Había testado el día anterior ante el escribano Felipe de san Román, y el día 3 recibió sepultura en la Iglesia de la Merced, donde tenía derecho de enterramiento desde 1706.

De su matrimonio con Jerónima de Nava (quien siempre usó los apellidos maternos Laguna y Chaves) nacieron quince hijos:

Francisca Tomasa, bautizada en 17 de Octubre de 1678, de 15 días quien por su enlace con el Maestre de Campo Juan de Berásategui Viniegra sería I Condesa de Olmos.

Francisco Ignacio, bautizado de 16 días, el 1 de Mayo de 1681, que falleció niño.

Basilio Antonio, bautizado de 12 días, el 24 de Abril de 1682, que sucedió a su padre en el mayorazgo Moncada-Galindo y en el oficio de Alférez Mayor.

Jerónima Marcelina, bautizada de 7 días, el 8 de Junio de 1683, esposa del Capitán Juan José de Ibarra.

Félix, que fue sacerdote dominico y recibió el bautizo al mes de nacer, el 24 de Junio de 1684, con los nombres de Juan Félix.

Tomás, sacerdote mercedario, bautizado de 3 días el 23 de Septiembre de 1685.

Ana María, bautizada de 10 días, el 30 de Enero de 1687, que fue monja.

Francisco Javier, bautizado de 3 días, el 14 de Enero de 1689, que sustituyo a su sobrino Nicolás en el Alferazgo durante su menor edad.

Pedro Nolasco, bautizado de 4 días, el 6 de Agosto de 1690 y falleció en 1691.

Bartolomé, bautizado de 5 días, el 10 de Agosto de 1691 y falleció de 8 meses en 1692.

Margarita Liberata, nacida el 20 de Julio de 1693 y bautizada el siguiente 6 de Agosto, la que permaneció soltera.

Juan Victoriano, bautizado de 4 meses, el 30 de Mayo de 1695, que tomó estado religioso.

Marcelino Fernando, bautizado de 9 días, el 9 de Julio de 1697, muerto niño.

Isabel Ludgarda, que fue conocida por su segundo nombre, nacida el 3 de Junio de 1699 y bautizada el 7 de Diciembre del mismo año. Falleció soltera en 1723 y fue enterrada en La Merced el 10 de Julio.

Eliseo, nacido el 1 de Diciembre de 1700 y bautizado el día 16. A mérito de la renuncia de su padre, Basilio Antonio de Moncada fue recibido en 29 de Agosto de 1713 por Alférez Real y regidor. Desde 1703 era Capitán de la Compañía de Infantería Española de Trujillo, ascendió en 1710 a Maestre de Campo, En 1 de Enero de 1712 fue elegido por Alcalde Ordinario de segundo voto.

Mientras fue Alférez juró al rey Luís I de España (1724), reemplazó a los Alcaldes de primera nominación José de Tejada (1722) y Maestre de Campo Agustín Gaspar Ramírez de Laredo (1726) y desempeñó la Alcaldía de Aguas en 1714 y 1721 y la Procuraduría General en 1715.

Falleció - legando un problema al Cabildo trujillano - en 1728 y recibió sepultura el 3 de Junio en la Iglesia de La Merced. Otorgó su testamento el 26 de Agosto de 1723 en el registro del escribano público y de Cabildo Pedro Fernández de Montejo, llamando a su hijo Nicolás al goce del Mayorazgo Moncada-Galindo como VI poseedor.

Había contraído enlace el 26 de Noviembre de 1712 con su sobrina carnal Tomasa de Verásategui y Moncada (quien posteriormente usó con gran frecuencia el segundo apellido paterno, firmando y haciéndose llamar “Tomasa de Viniegra”), hija legitima del Maestre de Campo Juan de Verásategui y Viniegra primer Conde de Olmos y de Francisca de Moncada y Nava. Por el prematuro deceso de sus hermanos Juan Francisco, Nicolás José, Pedro Patricio y Francisca Leocadia Verásategui y Moncada, Tomasa sucedió a sus padres en el condado de Olmos y fue de ellos única y universal heredera.

Los segundos Condes de Olmos hubieron seis hijos, cinco de los cuales fallecieron entre los años 1714 y 1724, de forma que en 1728 solamente vivía el tercer hijo: Nicolás Antonio.

Nicolás de Moncada Berasategui había nacido en Trujillo el 27 de Septiembre de 1721 y fue bautizado con los nombres de Nicolás Antonio Damián el 6 de Diciembre del mismo año, omitiéndose registrar la partida en su oportunidad. A causa de este descuido su madre tuvo que rendir información testifical en 1736 y en virtud del auto aprobatorio del Obispo de Trujillo Jaime de Mimbela se hizo la inscripción de su fé bautismal recién en 25 de Septiembre de 1736, cuando el interesado iba a cumplir 15 años. (8).

Teniendo menos de siete años al fallecer su padre era imposible que sucediera en el Alferazgo Real, del cual se encargó interinamente (1728 – 1732) su tío carnal el Maestre de Campo Francisco Javier de Moncada, regidor y Juez de Aguas, al que tomó juramento el Cabildo en 3 de Noviembre de 1728.

Cuatro años después la II Condesa de Olmos obtuvo un título formal del Virrey de Castelfuerte a favor de su hijo, obligando así al Cabildo de Trujillo a recibirlo como regidor y Alférez Real, como en efecto se hizo en la sesión del 1 de enero de 1733. Una posición ulterior de los cabildantes obligó al Virrey a despachar otro título, obedeciendo el cual Moncada fue ratificado en la sesión del 22 de Mayo del mismo año.

Muy poco tiempo después el Ayuntamiento dejó sentir otra vez el desagrado con que aceptaba un regidor impuesto de apenas 11 años de edad, y lo que era peor, que por su calidad de Alférez había de presidir sus debates en ausencia de los Alcaldes Ordinarios y solicitó reiteradamente su sustitución en este último cargo hasta alcanzar la mayoría de edad, aunque retuviera la vara de regidor.

Se creo de esta manera una franca pugna que puso de manifiesto la entereza de Nicolás de Moncada, que pese a su corta edad, por no claudicar ante el desvío de los cabildantes y la fuerte voluntad de su progenitora. (9).

El 29 de Agosto de 1733 la Condesa remitió al Cabildo una confirmación del Virrey Castelfuerte del nombramiento de su hijo como Alférez real, que el Ayuntamiento hubo de acatar con gran malestar.

La discordia llegó a su punto crítico al comunicar Castelfuerte el próximo arribo de su sucesor Marqués de Villagarcía a Trujillo en viaje a Los Reyes. En la sesión del 22 de Octubre de 1735 se discutió largamente para elegir un representante del Alférez real, “quien por su menor edad no se hallaba competente para ejercer el cargo”, en la recepción y agasajo del nuevo Virrey. ___________

8. Por ello se encuentra la partida correspondiente insertada entre las de 1736, a fojas 335 vuelta del Libro que va de 1685 a 1741 en la parroquia del Sagrario de Trujillo. De su texto constan todos los trámites que originó.

9. Un caso similar había ocurrido setenta y cuatro años atrás con Jerónimo de Bracamonte y Melgar, nacido en 1641 h. l. y el menor del Capitán Jerónimo Rodríguez de Bracamonte y de María de Melgar: contaba 18 años de edad cuando el Cabildo de Trujillo le recibió como Alcalde Ordinario de segunda nominación en la sesión del 4 de Diciembre de 1659. Obedecía de esta manera una provisión del Virrey Alba de Liste nombrándole en sustitución del Capitán Juan Olivitos de Guzmán, fallecido en posesión de la vara. Esta elección fue acaloradamente contradicha por los regidores Juan Fernández Galindo Coronado y Sebastián de Urdanegui, que objetaban su corta edad.


Se acordó solicitar al Corregidor - lo era por entonces Antonio de Echeverz y González - que sustituyera al Alférez, más por su excusa continuo el debate hasta el 11 de Diciembre de 1735. En la sesión de este día quedo resuelto que saldría todo el Cabildo a caballo hasta la acequia nombrada “Mochica” en unión de los vecinos principales que desearan juntarse para recibir al nuevo Gobernador.

El Ayuntamiento se ingenió para nombrar a Moncada en sus actos “vecino principal” y “real teniente general de armas” en lugar de “regidor” y “Alférez” hasta que recibió en 2 de Diciembre de 1740 una real Cédula de Felipe V ratificando al Alférez. Catorce días después le fue entregada la vara de Alcalde Ordinario de primera votación por impedimento del propietario Maestre de Campo Alonso Rubio de Rivas. En la sesión del 24 de Mayo de 1741 se lee textualmente: “teniendo en cuenta que el Sr. Alférez Real se encontraba embarazado en la ocupación de Alcalde ordinario, acordóse que ejerza el cargo el regidor mas antiguo”.

Así fue el duro noviciado del Alférez real que mayor tiempo poseyó el regimiento, pues lo renunció al cabo de 49 años.

A pesar de su oficio fue elegido por Alcalde de primer voto en 1743 y 1752, años en que ya era Maestre de Campo. Juró al Rey Fernando VI en 1748 y en 1760 a Carlos III. Fue Juez de Aguas en 1747, 1757 y 1777. En 6 de Agosto de 1765 reemplazo al Alcalde Ordinario de segundo voto José Antonio de Lavalle y Cortés, después I Conde de Premio Real, que pasaba a servir el Corregimiento de Piura.

Por su quebrantada salud pasó a descansar a su Hda. Sintuco (también conocida con el nombre de “San Sebastián del Paso”) sustituyéndole por breve tiempo el Coronel Francisco de la Quintana, recibido como Tenientes en posteriores ausencias: el Maestre de Campo Nicolás Coronel y Unzueta (a partir del 19 de Julio de 1777) y el Capitán Ignacio Merino del Risco (en 9 de Diciembre de 1778).

Después de renunciar el Alferazgo y su vara de regidor en el Maestre de Campo de la Quintana, falleció de 60 años en 1728, recibiendo sepultura en la Iglesia de La Merced el día 8 de Mayo.

Del matrimonio que contrajo en Lima con Juana Leonor de Morales, nacida ahí el 28 de Junio de 1719 e hija legítima del Capitán Francisco de Morales Cabrera y de Ana Zegarra de Guzmán y Oyague, nacieron seis hijos:

Josefa, bautizada en Trujillo a los 3 meses de edad en 25 de Diciembre de 1750 y fallecida en 1788, recibiendo sepultura en la Iglesia de La Merced el 17 de Enero. Fue la VII poseedora del Mayorazgo Moncada-Galindo del que entró en posesión por Escritura Pública extendida en 5 de Julio de 1782 ante Juan Antonio Dávila. C.m.c. el Coronel Francisco de la Quintana.

Joaquín, bautizado de un mes el 31 de Marzo de 1754, que falleció en la niñez.

Francisca, bautizada en Trujillo de un mes y dos días el 4 de Mayo de 1755 y fallecida en 1830, siendo sepultados sus restos el día 10 de Junio en la Iglesia La Merced. VIII poseedora del Mayorazgo Moncada-Galindo, a la muerte de su hermana mayor sin sucesión que le sobreviviera, a cuyo goce entró por Escritura Pública del 26 de Abril de 1788, otorgada en el registro de Luís José de Vega Bazán. IV Condesa de Olmos, por no haber investido el título su hermana Josefa. Casó en 9 de Diciembre de 1788 con el Dr. Justo de Orbegoso y Burutarán, c.s.

María Isidoro, bautizada de un mes y cuatro días en 9 de Mayo de 1756, que casó con el Maestre de Campo, Nicolás Coronel y Unzueta, c.s. 5 Manuel, bautizado de diez meses y veinticuatro días en 5 de Abril de 1758, igualmente fallecido niño, y

Mariana, bautizada de un año y once meses en 5 de Julio de 1760 y fallecida en 1779, siendo sepultada el 6 de Noviembre en la Iglesia de La Merced. Fue la primera esposa del Capitán Ignacio José Merino del Risco, c.s.

Por la renuncia que en el hizo su suegro, el Maestre de campo Francisco de la Quintana y Llano fue recibido en 24 de Diciembre de 1782 por Alférez Real y Regidor del Cabildo de Trujillo. Había sido Coronel del Regimiento de caballería de Trujillo y desde el 23 de Septiembre de 1767 hasta el 17 de Julio de 1772, Corregidor de Cajamarquilla. Nombró por su Teniente de Alférez real al capitán Lorenzo de Zurita y Vergara, que le sustituyó en 21 de Octubre de 1783 al ausentarse a Moche donde su esposa se encontraba gravemente enferma. En 1784 hizo renuncia del Alferazgo sin nombrar sucesor por lo que fue sacado a remate.

Falleció en Trujillo el año 1787, y fue sepultado en la Iglesia de La Merced el 4 de Diciembre. Hubo tres hijos de su esposa Josefa de Moncada:

Angela, fallecida prematuramente en 1769.

Francisco, cuyo deceso ocurrió en la niñez el año de 1784, y

Juana Josefa, nacida en 21 de Agosto de 1784 y fallecida el 5 de Julio de 1787.

Etapa Final del Alferazgo

En 1784 remató el oficio de Alférez Real y la vara de regidor inherente a este cargo el Capitán Juan José Martínez de Pinillos y Larios, por la suma de 1,500 pesos.

Era Hidalgo y natural de Nestares (Logroño), donde fue bautizado el 21 de Octubre de 1754. Sus padres, Juan Manuel Martínez de Pinillos y Jiménez del Prado y María Larios y Adalid, habían contraído matrimonio en el mismo lugar, el 8 de Febrero de 1751.


Juan José Martínez de Pinillos y Larios

En unión de su hermano Juan Alejo, seis años menor que él, llegó a Lima en 1774 y a fines del siguiente año se encontraba en Trujillo. Pasado a Cajamarca poco después, fue ahí Capitán de la 2ª. Compañía de Infantería del regimiento de Españoles de San Marcos, por título del 10 de Febrero de 1781. Sirvió el Corregimiento de Chachapoyas los años 1782 y 1783, en cuya ocasión ayudó en su visita al obispo de Trujillo Baltasar Jaime Martínez Compañon. Como Corregidor Mayor de Chachapoyas fundó la ciudad de Santo Toribio de La Nueva Rioja el año 1782.

En la carrera militar ascendió al grado de Sargento Mayor del Regimiento de Milicias disciplinadas de Caballería de Trujillo en 7 de Marzo de 1794, del cual fue Teniente Coronel por Título fechado el 6 de Octubre de 1797, y su Coronel en 1812. Este último año era igualmente Teniente Coronel de los Reales Ejércitos, y tres años después. Comandante Militar de Trujillo.

Durante su Alferazgo tuvo únicamente por Teniente a su hermano antes citado. En 1789 juró al rey Carlos IV y en 1814 a Fernando VII. Fue Juez de Aguas los años 1796, 1809 y 1810. Le correspondió sustituir, entre otros, a los siguientes Alcaldes Ordinarios de Trujillo:

Años 1793 y 1794.- Manuel Godoy Alvarez Faria, Duque de Alcudia, al que eligió el Cabildo trujillano en su sesión del 1 de Enero de 1793. (10).

Año 1810.- Dr. Bernardo Victoria y Ahumada, por haber pasado a Lima mientras tenía en propiedad la vara de segunda nominación el 28 de Abril.

Año 1811.- Mariano de Cáceda y Bracamonte, de primer voto, por ausentarse a poco de su elección (7 de Enero) a su Hacienda nombrada “Bazán”. Año 1818.- Teniente Luís José de Orbegoso y Moncada, Alcalde de 2º voto, que hubo de pasar a su Hacienda “Chuquisongo” como periódicamente lo hacia. (11). ___________

10. El Duque de Alcudia manifestó su aceptación del cargo por oficio que envió al Gobernador Intendente de Trujillo. Por el mismo correo remitió una carta al Alférez Real en la que le rogaba representarle como Alcalde. Esta última corre en copia en los folios 379 vuelto y 380 del Becerro de Cabildos trujillanos que comienza el año 1777 y termina el de 1784.

11. Del 7 de Julio al 23 de Octubre de 1818 (en que el Alférez Real pasó a reemplazarle) Orbegoso fue sustituido por el Capitán Tiburcio de Urquiaga y Aguirre en su calidad de regidor decano y en atención a las recargadas tareas del Alférez Real. Pudo originar esta situación el que se haya indebidamente considerado Alférez Real al Capitán Urquiaga, a quien he visto citado como postrero en algunas relaciones erróneas.


En el curso de la sesión del 23 de Junio de 1812 el Cabildo de Trujillo vio el decreto que abolía el paseo del estandarte de la ciudad en toda ocasión que no fuera aquella en que se celebrara la proclamación de un nuevo Monarca español. (12).

Subsistió esta prohibición hasta el año 1815, en que se conoció la anulación de las resoluciones de las Cortes de España y haberse derogado la Constitución española, restableciéndose el paseo del pendón en las demás festividades acostumbradas.

Volviendo al Alférez, un extremo de su carácter lo obligo a guardar arresto en su morada por orden de la Comandancia Militar de Trujillo. En esta situación, el Ayuntamiento le solicitó el 17 de Julio de 1820 que se sirviera enviar la tercera llave del Archivo que como Alférez real guardaba en su poder. Era esta indispensable por contener el archivo el Libro de Actas y demás útiles que se usaban en las sesiones, pero el Alférez expuso con firmeza que sólo entregaría la llave personalmente, lo que hizo, entregando el archivo bajo inventario. Con lo que quedó el Cabildo sin sesionar varias fechas.

Suprimido el Alferazgo a fines de este año, pasó a Lambayeque a atender sus Haciendas nombradas “Pomalca”, “Collud” y “La Tina”, situadas en el valle de Saña, que poseía en condominio desde antes de 1787 con su hermano Juan Alejo. Ahí resultó elegido Alcalde Ordinario de segunda votación en 1821.

El siguiente año obtuvo carta de naturaleza en virtud del informe favorable recaído en su solicitud el día 11 de Enero de 1822.

Había casado el último Alférez de Trujillo el 8 de Octubre de 1790 con doña María Josefa Agustina de Cacho y de Lavalle, nacida en Trujillo el 5 de Mayo de 1770, hija legítima de don José Antonio de Cacho la Llata y Doña Josefa de Lavalle y Cortés, de la que enviudó con dilatada sucesión. El General falleció el 9 de Diciembre de 1831 de 77 años en Trujillo y fue enterrado el 9 de Diciembre de 1831 en el Cementerio General recién inaugurado. Doña María Josefa, falleció el 24 de Mayo de 1807 en la ciudad de Trujillo. Con él termina la historia del Alferazgo real en Trujillo del Perú. __________

12. El decreto, fechado en las Cortes Generales en 7 de Enero de 1812, dice así: “Considerando que los actos positivos de inferioridad peculiares á los pueblos de ultramar del antiguo sistema y de colonia, deben desaparecer ante la majestuosa idea de la perfecta igualdad: queda abolido el paseo del Estandarte Real que acostumbraba hacerse en las ciudades de América, como un testimonio de la lealtad y un monumento de la conquista de aquellos países. Esta gran Solemnidad del estandarte Real se reserva, como en la Península, solo para aquellos días en que se proclame un nuevo monarca”.

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